martes, 24 de febrero de 2009

blood

"...y quiero decirte de nuevo que hoy me iluminaste como nadie me ilumió jamás y que yo pensé que ya me habían dado la mejor respuesta a alguna pregunta pero veo que me equivoqué porque la tuya fue mejor..."- y sólo se oyó como cortaban el teléfono

la intriga del más sabio

Entre las hojas de los arbustos y los cantos del río, una niña lloraba. Un viejo hombre, a orillas del agua, despierta sus oídos y oye otro cantar, mira a la niña y la ve llorar. En su llanto él pudo decifrar que no daba más, cansada de las cosas efímeras estaba. El viejo, con ebriedad, que los años le llevaban y su voz áspera, antes de morir, pudo levantar: Yo,-dijo-he sabido que lo efímero es, lo que uno no pudo domesticar.
La niña, de un salto, detiene su paso y observa al viejo, que de la tierra la está mirando.
El hombre se absorbe, se escabulle entre las hojas y entra en el río, que lo lleva a otro morir.
En el crepúsculo, aún parada a orillas del río la niña suspira y piensa, en la respuesta del viejo. Repite por dentro "no entiendo, no entiendo" y llora, y se dice para sí misma, que fue la mejor respuesta del uviverso, fue "una luz de verdad"

sábado, 7 de febrero de 2009