martes, 9 de febrero de 2010

comerciales, monetarios... en fin, sólo dame

Me causa gracia, temor, un pequeño temblor en la espalda. Todo, todo completamente, con fines plenamente monetarios. Absolutamente todo, eh. Y mirá que yo puedo ser vieja, pero el presente no me rebala. Ahora sigue pasando lo mismo, y más intensificado también. Llega un punto que una no sabe dónde meterse. Le dicen "hola señora" y sabe una que la última palabra va a ser o un "gracias que dios la bendiga" o una seguidilla de puteatas relacionadas, al fin y al cabo con el tan conocido "...qué vieja de mierda".
Mi nieto viene a casa, le preparé una meriendita, hablamos largo rato, su cumpleaños se estaba por acercar, pero ¡¿por qué iba una a pensar en ello?!
-¿Cuál va a ser tu regalo abuela?
Y si le decía una torta, se caía de culo al piso, pobre pibe. Plata quiere, obviamente. Dólares, euros, toneladas de diamantes. Para ahorrar para no sé que viaje, para comprarse no sé qué cosa...
¡¿PERO QUÉ VA A QUEDAR DE MI?!
Lo peor es que después van a estar deseando que la abuela se muera para heredar la herencia...
Pero si seguimos así me voy a morir pobre !