¿Morboso? ¿Eso era lo que no encontraba? Me causa gracia, bah, de hecho no lo entiendo. ¿Enserio no lo encontraba? Debía no estar buscándolo. Porque estaba de ello impregnado todo, de los pies a la cabeza; los ojos las manos la nariz el pecho y hasta los hombros, el cuello y el dolor que en este llevo.
La luz entra por la persiana y dibuja pequeñas líneas amarillentas en la pared. Ahora lo siento, tanta presión aplastando la piel, recorriéndonos. Ciclo, que por ser ciclo, gira y vuelve a girar, cansado de dar vueltas.
Como un cazador oculto, en tu habitación, me perseguís. Y cae siempre en el mismo punto. ¿Coincidencia? Si nadie cree en ellas...
La punta de tus dedos me acarician frágilmente. Pero qué me importa, qué te importa, realmente ¿
qué nos importa? Si somos dos y por un largo rato, ¿qué más necesitamos? Si el verde se convierte en marrón y el marrón en verde.
¿Qué más? Si en minutos podemos dejar de ser todo. El último no vale más que el del medio, no me va a hacer poderosa, ni a vos. Porque luego, en segundos todo desaparece, todo se funde entre el afuera, como si no lo hubiésemos predecido.
En este pequeño espacio en el mundo, parémoslo todo. Por unos segundos.
Tantas, tantas perspectivas. Quiero saber qué op
ina él.
VR LIEPA 2008