miércoles, 30 de abril de 2008

subterraneo

Cuando los roces producen frío y la primer linea de concentración cerebral pasa por él, todo ser mínimamente sensible se acurruca en su propia piel. Bajo vuestros pies, mi cabeza, mi cuerpo y el de muchos más. Sin espacio entre unos y otros, sin posibilidad de movimiento alguno. Gran multitud comprimida viajando más rápido que el agua o que el viento, vaya uno a saber cuán rápido van ellos y por ende nosotros, en diferentes sintonías, pero todos con el mismo objetivo: llegar.

lunes, 28 de abril de 2008

don't make me blue

Me enseñaste aquello
Me mostraste la realidad
Me hiciste escapar

No me viniste a buscar
No me hiciste esperar
Estabas cansada de ella

Pero con mi llegada
comenzó la suerte
y con la suerte, tus sonrisas.

Te pediría un favor
antes de partir,
no me olvides sobre este (gomero) ombú.

domingo, 27 de abril de 2008

Oh, darling

Recojió las últimas flores me dijo, cuando llegué yo, sólo quedaban hojas. Crujientes hojas, esperando que el viento llegue a buscarlas. Inundadas de esperanzas estaban, yo, a su lado, me encontraba seca.

miércoles, 23 de abril de 2008

Oídos

Él desaparece y aparece, no vive acá.
Él no, no está en el mundo real.
Ella lo odia. Ellos también. Otros por alla no lo piensan ni ver.
Él mira a ella, los mira a ellos. Sonrie. Todos lo alaban.
-Por eso camina con ese poder- comentan.

lunes, 21 de abril de 2008

Mano

¿Quién dice que el mundo es inmenso?
Él lo tuvo en sus manos
¿Quién dice que vivimos entre utopías?
Me puse de pié y me golpeé con el cielo.
Es duro y áspero, realmente no lo recomiendo.

sábado, 19 de abril de 2008

Mariel y el capitán más a menos y el capitán

Y ese gramo tambalea en la cima y decide caer hacia uno de los lados. Equivocado otra vez.
Tendré que jugar una vez más, él está en contra mío. Su más se choca con mi menos y sé que no llegaré al piso del capitán así, pero pienso que esas vecinas no nos odiarán por lo que somos, en todo caso por mi propio odio. Odio hacia esta misma escena: capitán y Mariel, Mariela. Mariel, te pedí que lo abraces pero no lo hiciste, realmente, dime la verdad Mariel, ¿piensas ocultar todo? Telón negro tengo pocos metros, ve a comprar más, no uses el ascensor, te van a terminar liquidando Mariel, pero este capitán todavía no sabe que es tuyo, no sé como se pondrá cuando lo sepa, pero no arriesgará ni tres fortunas por vos, créeme.

lunes, 14 de abril de 2008

Leaves

¿Cuánto humo habrá impregnado en las paredes? ¿Cuánta luz, voces y tristezas habrá en ellas? Creo que pueden guardar mucho más de lo que un ser humano puede albergar en él. Las hojas de un árbol también. Sólo que ellas crecen, caen y mueren, tal como un ser humano. Las paredes se hacen tirar abajo, pero muchos saben que allí antes había una pared, o varias. Pero sé que en algún momento puedo llegar a levantar una hoja y ella me puede contar mil historias, en cambio, un pedazo de pared me va a costar identificarlo. Lo que no sé es si un trozo de pared va a querer contarme algo, ya que tiene la obligación de escuchar, observar, ver y guardar todo. En cambio la hoja de un árbol puede esquivarlas gracias al viento.

viernes, 11 de abril de 2008

Ausente (mi regalo)

No entraría en una bolsa, nisiquiera en una caja, pero de alguna manera se lo daría.
Siento que es lo necesario pero no estoy del todo segura. No sé como entregarselo, me acercaría a ella y terminaría todo, todo mi objetivo, este simple objetivo.
No, no te salves.

viernes, 4 de abril de 2008

p u e r t a

Poco a poco llegó a la cima. Giró la cabeza hacia uno y otro lados, para confirmar que nadie lo vigilaba. Con un gran potencial de fuerza colocó un gran objeto de madera del otro lado del muro que separaba su hogar de la vía pública: una escalera. Dándole la espalda a la calle, bajó lentamente por ella. Al llegar al piso, giró unos noventa grados y se dirigió hacia la esquina. Dobló en ella y por varios minutos no volvió a aparecer.
Volvió llevando una bolsa blanca en su mano derecha, al parecer, llena de frutas. Al llegar a la altura de su casa, volvió a mirar para uno y otro lados, reconfiermando que nadie lo miraba. Subió lentamente la escalera y al llegar a la cima, se sentó sobre la pared. Con un nuevo potencial de fuerza, pasó la escalera para el otro lado de dicha pared. Poco a poco, fue desapareciendo.

miércoles, 2 de abril de 2008

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Ella es un sueño
y una canción