martes, 9 de junio de 2015

la cultura del...

Te hacés llamar de un modo que no me cierra, yo te diría el vagamundos. Las marcas que llevás en tu cuerpo cuentan tu vida y, aunque hablemos idiomas distintos, hay algunos universales. No va a servirte refugiarte en el fácil no entender porque, aún teniendo pocos años, comprendo todos.

Aun hablando el mismo idioma, hay elecciones diferentes, estados, formas de entender la vida. ¿Por qué no? ¡Porque no! Aunque te esfuerces en traducir cada palabra, no nos vamos a entender. ¿Baila? Sí, pero sola, no de la mano. Ahí viene la pregunta... y, cansada de buscar excusa válida, cansada de intentar rodear mi verdadero motivo, invalidando mi porque, ahora sí, respondo "porque no".

martes, 16 de agosto de 2011

yankee

Lamento sonar tan egoista, pero no me cuentes más sobre tu buena vida, no quiero oir más sobre tus alegrías. Qué bueno todo lo que te ha sucedido, también me hubiese gustado vivirlo.
Hablame solo de nubes y sol, no quiero sabeeeeeer nada
(con la miseria del mundo hoy)

domingo, 14 de agosto de 2011

El tigre de cuyas rayas no puede deshacerse. No sé si quiere, ¿qué digo? ni él sabe si quiere. Igualmente no puede. Tratará de evadirlo, porque es humano al fin, pero está en su propia naturaleza. Como el escorpión, puede disimular su instinto, esconderlo bien. Por eso hay que tener buenos ojos, porque no basta solo con desconfiar una vez, con deducir que hay algo que no está del todo bien, apenas te distraigas ¡zas! te clavó el aguijón.


Pero ojo, hay algo más. No busques lógica a sus actos. No intentes justificar sus movientos. Es en vano. No podrás-

viernes, 29 de julio de 2011

der 2.0

Necesito otra pulcerita roja. Cualquier cosa puede llevar a la envidia. Cualquier puta cosa puede hacer crecer el deseo arrasador, tan grande y furioso, odioso, capaz de aniquilar al que se interponga, del querer tener lo del otro. Del querer poseer aquello que el otro posee o de, simplemente, en ese momento y frente a esa simple cualidad, ser el otro.
Maldita mierda de sentimiento, uno de los peores. De los siete pecados, uno de los más dañinos. Porque muere el que lo posee: la envidia no se cura en el momento.
Lo peor es que la pulcerita roja es para que los demás no te envidien nada y no para que vos no lo hagas. Entonces ¿por qué no están llevando todos una cinta roja en la muñeca? Es por el bien de todos, para salvarnos.

miércoles, 27 de abril de 2011

lrig ilis

la cruz del sur sí se veía,
lo que no se llegaba a distinguir era el cielo

jueves, 24 de febrero de 2011

4

En un cuarto de hotel, oscuro. Hay olor a sangre, malestar en mi boca. Mi cuerpo también, no se siente contento. El bazo hinchado, a punto de explotar, no sé el motivo. Pero duele y no sé siquiera si realmente es mi bazo, o el hígado o un riñón, los pulmones, o el mismo corazón que cambió de lugar. El sentido de tacto interno, a nivel órganos del cuerpo, se evaporó. Hay algo que molesta, pero creo que están todos entremezclados, a nivel del estómago. Y duelen. O más que duelen pesan. Pero no sé si lo que más pesa es el dolor, el no saber qué hora es, las cortinas (por su peso no puedo ni correrlas), no saber de dónde viene ese olor a sangre o el pensar qué hago acá. Realmente, no sé qué pesa más.

domingo, 15 de agosto de 2010