domingo, 14 de agosto de 2011

El tigre de cuyas rayas no puede deshacerse. No sé si quiere, ¿qué digo? ni él sabe si quiere. Igualmente no puede. Tratará de evadirlo, porque es humano al fin, pero está en su propia naturaleza. Como el escorpión, puede disimular su instinto, esconderlo bien. Por eso hay que tener buenos ojos, porque no basta solo con desconfiar una vez, con deducir que hay algo que no está del todo bien, apenas te distraigas ¡zas! te clavó el aguijón.


Pero ojo, hay algo más. No busques lógica a sus actos. No intentes justificar sus movientos. Es en vano. No podrás-

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