domingo, 27 de diciembre de 2009

t su

Triste, muy triste. Espantoso, horroroso. Tremendo, eso es, tremendo. Un poco increíble.
Es como apostar todo a que mañana llueve en una invasión de libélulas cuando está empezando una sequía. O peor, decir que nos vamos a morir de sed habiéndonos caído en el océano.
Es algo tan inesperado. Como que el adicto decida dejar de tomar y vengan, todos, todo su alrededor a ofrecerle un poco.
El tiempo en conjunto con el silencio hacen olvidar, y es raro, muy raro. Algo que molestaba, apuntaba, disparaba, escarbaba, no paraba de joder, por uno no mirarlo, parece desaparecer. Y aquí viene lo extraño, el que no conoce aquello que había, lo hace aparecer; el que no conocía la condición de adicto, ofrece.
..."Los Irrompibles, una parte del partido justicialista, el tan conocido 'PJ', es que su sede quedaba por ahí, parque centenario, villa crespo, claro, el temprano caballito. En la calle Formosa, continuación de Estados Unidos, Formosa al 200"...
Y la puuuuta madre que lo parió-

miércoles, 16 de diciembre de 2009

^o)

¿El tiempo? Ni siquiera sé qué hora es ahora; el tiempo, nublado. Amenaza lluvia desde hace días, pero se la viene guardando, en cualquier momento llega la tormenta, una gran tormenta. Ni siquiera el tiempo me deja estrenar las botas de cuero, pienso en usarlas y pienso también que quizá llueve. Qué dilema.
Ahora tengo que salir, quizá a dar una vuelta no más. Puedo ir a hasta la esquina, volver, pasar por la puerta de mi casa, ir hasta la otra esquina, doblar, unas cuadras más o volver y listo, volver.
¿Dilema? Qué dilema. Dilema es nombrar muchas veces la palabra dilema, no saber si usarla. Dilema con el tiempo el del señor, que no debe saber la hora, como yo, que no debe saber ni del tiempo, no levantó la cabeza a ver el cielo, sabía que simplemente tenía que salir. No pensó en qué zapatos ponerse y menos, menos que menos a qué hora volvería a su casa. No sabe la hora de ahora, no supo la hora de antes ni la del momento que llegue a su casa de nuevo. A ese paso, tan lento, se va a largar.

sábado, 5 de diciembre de 2009

a

susceptible
dependiente
frustrada
y por ende fracasada

desganada
indecisa
pensativa
silenciosa
celosa

ambiciosa
reservada
ilusa
terriblemente mala-

loc-a d-e-mier------da

¿Me vas a decir que esa imágen es nueva?¿Vos me vas a venir a decir a mí que esa imágen que hay es nueva? ¡!
Es como que yo vaya a tu casa y te diga que cambiaste las cortinas y vos me digas a mí que no, que son viejas, es más, que estaban cuando compraste el departamento y yo, yo, te diga que no, que son nuevas, esas cortinas son nuevas. Vas a pensar que soy necia... Es lo que yo pienso de vos justo ahora.
Esa imágen no es nueva, ¿podés entenderlo? ¿podés creeme? Yo sé que no es nueva, está hace tiempo allá. Es más, podría decir que es vieja, pero no lo digo, sólo digo que no es nueva. O sí lo digo: esa imágen es vieja. Y si seguís insistiendo con que es nueva... vas a ver qué vieja es.

martes, 1 de diciembre de 2009

una loca de mierrrrrrrrda

Ya pasó una semana, es más, podríamos decir que estamos empezando la segunda, porque de hecho eso mismo está sucediendo. Yo, sacadísima. Histérica como ninguna. Uñas ya no tengo. Creo que ni siquiera un poco de espacio en la cabeza. La llave en la mano la puerta en el reflejo de mis retinas. Dios, me agoto. Creo que llegó la hora, no hay vuelta que darle, ni con qué darle, que es una de mis frases célebres de la semana. ¿Agarramos la llave? ¿Tratamos de entrar? ¿Por lo menos tratamos de intentar? Si total, cuando hoy mismo puse la llave, entró; es una buena señal, ¿no?
Entre tantas preguntas, ya puse la llave y forcejeé. No puedo creer, me tiré a la pileta, una pileta municipal, sucia, desde el verano que no se arregla quizá, y como si esto fuera poco, sin maya, seguro hay alguien mirándome, preparado para largar miles y miles de carcajadas, para colmo me voy a golpear la cabeza contra el borde cuando me vaya a tirar, quizá sangro, algún otro piensa que me indispuse, otras miles y millones de carcajadas, con la cabeza rota me desangro, muero y listo.
Me contestó. Ya me contestó. Y ni siquiera recién, ¡eh! Mientras estaba con toda la gilada del párrafo anterior, yo no lo puedo creer.