viernes, 4 de abril de 2008

p u e r t a

Poco a poco llegó a la cima. Giró la cabeza hacia uno y otro lados, para confirmar que nadie lo vigilaba. Con un gran potencial de fuerza colocó un gran objeto de madera del otro lado del muro que separaba su hogar de la vía pública: una escalera. Dándole la espalda a la calle, bajó lentamente por ella. Al llegar al piso, giró unos noventa grados y se dirigió hacia la esquina. Dobló en ella y por varios minutos no volvió a aparecer.
Volvió llevando una bolsa blanca en su mano derecha, al parecer, llena de frutas. Al llegar a la altura de su casa, volvió a mirar para uno y otro lados, reconfiermando que nadie lo miraba. Subió lentamente la escalera y al llegar a la cima, se sentó sobre la pared. Con un nuevo potencial de fuerza, pasó la escalera para el otro lado de dicha pared. Poco a poco, fue desapareciendo.

No hay comentarios: