Cada vez más y más rápido
se va consumiendo, lo va fumando
llega a su boca, toca sus labios
y rápido se va, vuelve a colgar de sus dos dedos
y a estar a centímetros de su pierna.
Vuelve a subir y velozmente a bajar, firme entre sus dedos
y el humo que sale despedido por su boca
y se abre en una nube
luego se aleja.
Y una vez más, cada vez más rápido
y cada vez más.
Hasta que cae
de los dedos se desprende
y
¡plac!
choca contra el piso
un pie lo pisa
y destiñe negra la ceniza.
sábado, 20 de diciembre de 2008
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