domingo, 8 de junio de 2008

Veintidós horas, cuarenta y siete minutos: estate ahí.

Sí, es ese, el que está parado en la esquina con un portafolios. Vas a ver: baja por la esquina y cruza. ¿Ves la camioneta? Bueno, camina detrás del auto gris, luego de la camioneta y sube a la vereda. A la altura de la casa que tiene luz se pega un lindo bailecito. ¡Uy! Parece que cambió de recorrido. Ah, no. ¡Qué susto!. Ahí está su baile.
Creeme, hay muchos así por estas calles.


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