Fuertemente abraza la nada.
Fuertemente cae a la realidad.
¿No tienes belleza, aún, sabia del árbol?
Gato con intriga que busca mirar
hombre que levemente esconde sus ojos.
El hombre salta para abajo y el gato huye. El hombre lo persigue y él trepa por una ventana que da a uno de los departamentos. Él entonces lo persigue y asusta al borde de su caída y corre de espaldas para no verlo más. Apenas vuelve a oír el ruido de la ciudad, vuelve a caminar correctamente, vuelve a sentir y estar correctamente parado; vuelve, en definitiva, a la acepción de correcto, en dónde el sentir, el amar, el obedecer, el sufrir y el oir no exisen.
Dónde el tacto, el olfato, la obaservación y el misterio son invisibles.
Vuelve, en definitiva, a la muerte del sol, a la penumbra de su persona.
sábado, 30 de agosto de 2008
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