Ya no estás y en tu lugar un viejo gato, negro y blanco al cual no escucho maullar, ocupa tu rama. Un árbol sin hojas y con un gran nudo en su punta no es observado por ninguno de los seres humanos que esperan un colectivo a unos metros. Nudo en la punta: ¿raíz o ramas, pies o nariz, cabeza o manos? Descartemos la última opción, no lleva "iz". Silbidos y gritos. Abajo, en el subterráneo los hombres se cubren la mayor parte de la cara posible con sus bufandas, pierden noción de su tamaño con sus abrigos. Las yemas se hielan, las palmas se queman. Duelen y cansan.
Por eso digo que mis escrituras son monotemáticas y aburridas: siempre finalizan con él.
En mis oídos suena un crua chan que desconoce mi queja.
jueves, 29 de mayo de 2008
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